
ESG The global benchmarking and quality assurance standard for Safe Hospitality, Offices, Retail, and Exhibitions assets.
Armonizando los objetivos ESG con la certificación SHORE
Los parámetros ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) son indicadores esenciales de la responsabilidad social de una empresa. Dentro de la gestión de activos inmobiliarios, hay un énfasis cada vez mayor en seleccionar oportunidades de inversión seguras y sostenibles que sirvan al bienestar de los empleados, la sociedad y los accionistas por igual. Las partes interesadas de hoy, desde el personal y los inquilinos hasta los visitantes e inversores, exigen cada vez más a las empresas que rindan cuentas sobre estos parámetros.
La certificación SHORE es un punto de referencia de la industria para un desempeño ESG eficaz, priorizando el bienestar humano, la seguridad de los activos y la conservación del medio ambiente. La certificación SHORE enriquece el valor de los activos al fomentar entornos seguros y sostenibles al tiempo que fortalece los protocolos de gobernanza dentro de estos entornos. La certificación SHORE ayuda a las organizaciones a mejorar y cuantificar la seguridad, la sostenibilidad y el bienestar en todas las interacciones de las partes interesadas con la propiedad.

Impulsando elementos ‘sociales’ y de ‘gobernanza’ en ESG
Adquirir una Certificación SHORE para sus activos equivale al establecimiento e implementación de estándares sólidos en Gestión de Riesgos, Resiliencia y Gobernanza.
Los propietarios y operadores de activos desarrollan activamente espacios que no sólo sean seguros y sostenibles sino también socialmente responsables y distintivos.
Los espacios con una identidad tan fuerte invariablemente se convierten en destinos atractivos (ya sea para ir de compras, alojamiento, trabajo o ocio), elevando así el valor de los activos para propietarios e inversores.
Informes corporativos
La Unión Europea está a punto de hacer que los informes ESG sean obligatorios para las corporaciones, alineándose con una tendencia global hacia una mayor transparencia corporativa. Este cambio requiere que las organizaciones monitoreen e informen diligentemente sus métricas ESG para garantizar la sostenibilidad a largo plazo y cumplir con las expectativas de los inversores.
Actualmente, las regulaciones que rodean la presentación de informes ESG son relativamente flexibles, lo que permite a las organizaciones seleccionar un marco de presentación de informes y un conjunto de estándares que se adapten a sus operaciones. La adopción de marcos reconocidos como la Global Reporting Initiative (GRI), la Sustainability Accounting Standards Board (SASB), el International Integrated Reporting Council (IIRC) o el Global Real Estate Sustainability Benchmark (GRESB) puede mejorar significativamente la puntuación ESG de una organización.
Además, adherirse a estos marcos facilita la obtención del estándar de certificación SHORE, que está llamado a desempeñar un papel fundamental en la configuración del futuro de los informes ESG. Al comprometerse proactivamente con estos requisitos de presentación de informes en evolución, las organizaciones pueden posicionarse favorablemente en un panorama de creciente responsabilidad corporativa.
Alineación con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU
Los criterios de puntuación de SHORE están diseñados para capturar objetivos relevantes de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS), adhiriéndose a los imperativos ESG. Estos objetivos globales abarcan ámbitos como las personas, la prosperidad, el planeta, la paz y la asociación, y SHORE incorpora directamente varias subcategorías dentro de estos ámbitos.
Al conectar sus esfuerzos ESG con los descritos por la ONU a través de la certificación SHORE, su organización avanza efectivamente en su contribución al logro de estos objetivos globales.


Gobernanza y por qué es importante
Dar prioridad a las prácticas de gobernanza no es simplemente una casilla de verificación de cumplimiento, sino un movimiento estratégico hacia el crecimiento empresarial sostenible. Así es cómo:
Inversiones sólidas: las prácticas de gobernanza proporcionan un marco para tomar decisiones informadas, gestionar riesgos y garantizar que se tengan en cuenta los intereses de todas las partes interesadas. Esto conduce a inversiones sólidas que están bien examinadas y tienen una clara alineación con los objetivos a largo plazo de la organización.
Creación de valor: la buena gobernanza va de la mano con la creación de valor. Infunde confianza a los inversores, mejora la reputación de la empresa y fomenta una cultura de integridad y transparencia. Esto, a su vez, atrae capital, impulsa la lealtad de los clientes y promueve el crecimiento sostenible.
Cumplimiento normativo: en una era en la que el escrutinio regulatorio se está intensificando, las prácticas de gobernanza sólidas garantizan que las empresas cumplan con las leyes y regulaciones. Esto no sólo mitiga los riesgos legales sino que también posiciona a la empresa como una entidad responsable y confiable ante los ojos de los reguladores y el público.
Eficiencia operativa: la gobernanza eficaz agiliza las operaciones al definir roles, responsabilidades y procesos claros. Esto conduce a una mejor coordinación, una reducción de las redundancias y, en última instancia, una mayor eficiencia operativa.
Resiliencia a largo plazo: las prácticas de gobernanza preparan a las empresas para afrontar desafíos e incertidumbres. Al promover el liderazgo y la toma de decisiones éticos, las empresas desarrollan resiliencia que salvaguarda sus operaciones y su reputación a largo plazo.
Compromiso de las partes interesadas: la participación de las partes interesadas es un aspecto central de la buena gobernanza. Permite a las empresas comprender y responder a las preocupaciones y expectativas de sus partes interesadas, construyendo así relaciones más sólidas y mejorando el capital social.
Cultura ética: la gobernanza establece el tono de la cultura de una organización. Al priorizar las prácticas éticas y la transparencia, las empresas cultivan una cultura que valora la integridad, lo cual es crucial para el éxito a largo plazo.
Al adoptar prácticas de buena gobernanza, las empresas no sólo garantizan inversiones sólidas y creación de valor, sino que también construyen una base sólida para un éxito duradero en un panorama competitivo.
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